29 de febrero de 2012

El Rincón de nuestros Profesionales

A partir de ahora, en nuestro blog, contaremos con este nuevo espacio denominado, "EL RINCÓN DE NUESTROS PROFESIONALES". En este, los profesionales que colaboran con nuestra escuela infantil, podrán exponer sus artículos y sugerencias correspondientes a los temas por los que mostráis interés y que nos hacéis llegar a través del correo electrónico.

El primer artículo está elaborado por nuestro compañero José López Delgado, bajo el tema: -el niño que quiere dormir con sus padres-. Pepe es uno de nuestros psicólogos colaboradores que nos ayudará a resolver esas dudas que mostráis sobre la educación de vuestros hijos. Con este artículo, nuestro psicólogo pretende orientarnos y encaminarnos sobre algunas actuaciones a llevar a cabo ante las determinadas conductas que muestran nuestros niños.

Esperamos que os guste y os resulte útil, pero, no os olvidéis, que la coordinación y comunicación entre escuela y familia, es muy importante para el buen desarrollo de nuestros menores.

Aquí os dejamos con el artículo. Muchas gracias!

EL NIÑO QUE QUIERE DORMIR CON SUS PADRES por Pepe López-Psicólogo.


Tu hijo debe dormir solo desde el momento que nace. Es un hábito que debe adquirir en su desarrollo evolutivo y cuanto más pronto lo aprenda, menos problemas presentará en el futuro. Los miedos, las pesadillas, la inseguridad y la dependencia afectiva son muchas de las consecuencias que el niño tendrá que superar por no dormir solo.

Su habitación será el mejor lugar para descansar, para jugar y para dormir. Aunque muchos padres temen la separación nocturna y lo alargan por lástima o miedo a que le ocurra algo, es aconsejable que a partir de los 12 meses el niño comience a dormir en su habitación.

Si el niño tiene la costumbre de dormir con sus padres y comienza a llorar o se niega a dormir solo cuando se decide que ya no puede quedarse más tiempo en la cama con ellos, surge el problema y es cuando debemos actuar.
No es recomendable que los padres cedan ante la presión de ver a su hijo llorar o cuando el cansancio les agote. En contadas ocasiones se puede permitir que el niño duerma con los padres: estar enfermo, premiar por buen comportamiento o cuando el padre o la madre no pase la noche en casa.


Si tu hijo tiene una pesadilla lo que debes hacer es tranquilizarlo en su cama y ayudarle a dormir de nuevo. Si el niño logra resolver sus problemas en la cama de sus padres le estamos enseñando que ese es el lugar adecuado para estar tranquilo.

No pasar al niño a la cama por comodidad, por lástima o por sobreprotección. Si el niño consigue su propósito muchas veces, será en el futuro un niño que llore con frecuencia, que no pueda dormir en otro lugar diferente al habitual, que tenga miedo por todo, que no quiera estar solo y no sabrá afrontar sus problemas cuando sea adulto.

¿Qué debemos hacer para conseguir que el niño duerma en su cama?

• Una vez tomada la decisión, debéis manteneros firmes los dos. Si ve que uno de los dos duda, lo notará y se aprovechará de ello.

• Para hacer el cambio más fácil, haz su dormitorio atractivo para él. Decora las paredes con sus personajes de dibujos animados, llena la habitación de juguetes, haz que se sienta cómodo en ella y que quiera pasar tiempo allí. Invitar al niño a que decida cómo quiere que sea su habitación, qué desea tener en ella y que sea él quien organice su espacio.

• Si se levanta y va a tu habitación, debes ser firme y le dices que debe volver a su habitación; nada de contemplaciones ni discusiones.

• Si se mete en tu cama cuando estáis dormidos y no os dais cuenta hasta la mañana siguiente, puedes probar varios trucos:

Colgar una campanilla en la puerta de la habituación para que suene cuando entre, colocar almohadas o cojines para que le sea difícil subir y acomodarse, apretar las sábanas sobre el colchón para que le sea complicado meterse entre ellas; por último, bloquea la puerta con algo que le permita entrar si pasa algo pero que le obligue a hacer ruido cuando entre.

• Se puede utilizar la "técnica de los apretujones". La finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño o darle una patada suave. Los ronquidos también pueden funcionar.

• Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrate de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstale una atención especial y sea cariñoso con él durante el día.

• Establecer un horario regular de sueño.

• Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema.

• Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un calendario los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de semana o mes.

1 comentario:

  1. Garcias por atender la petición. Me sirve bastante la información que ponéis aquí.

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